Es un material flexible de fibras inorgánicas constituido por un entrelazado de filamentos de materiales pétreos que forman un fieltro que contiene y mantiene el aire en estado inmóvil. Esta estructura permite conseguir productos muy ligeros con alto nivel de protección y aislación térmica, acústica y contra el fuego.
Es un producto natural compuesto básicamente con arena silícea para la lana de vidrio, y con roca basáltica para la lana de roca.
La lana mineral tiene un amplio uso y es un producto reconocido como buen aislante acústico y térmico. Proporciona una importante ganancia de aislamiento acústico de los elementos constructivos a los que se incorpora, obteniendo una reducción sonora notable de hasta 70 decibelios.

La lana mineral permite soluciones diversas, de fácil colocación y que cumplen perfectamente los principios de resistencias mecánicas.
Para lograr este objetivo se necesitan revestimientos protectores ligeros y de larga vida útil. Por lo cual, este material se emplea tanto en construcciones nuevas como en rehabilitaciones. La lana mineral puede encontrarse en cubiertas, forjados, fachadas, suelos, falsos techos, tabiques divisorios, conductos de aire acondicionado, protección de estructuras, puertas, mamparas y cerramientos exteriores.
Características generales
Los productos de Lana Mineral son aislantes térmicos y acústicos. Su origen mineral y composición química aseguran una perfecta estabilidad a altas temperaturas (650ºC / 1100ºF). Son químicamente inertes y resistentes a los agentes externos. Sus características los hacen resistentes a vibraciones y son estables aún en medios húmedos. No poseen contraindicaciones de ninguna índole por razones de higiene y seguridad, ni exigen precauciones especiales para su uso.
La venta de este aislante es enorme puesto que el 75% de los aislantes vendidos pertenecen a esta categoría de lanas aislantes. En función de cada necesidad, la lana mineral se declina en tres categorías: lana de vidrio, lana de roca y lana de escoria.
A nivel de los rendimientos térmicos, la lana mineral no tiene nada que envidiar a los otros materiales aislantes. En efecto, gracias a su resistencia térmica, esta se utiliza para el aislamiento de las diferentes partes de la casa, como el techo, los muros, los suelos y las paredes.
Al ser tan eficaz, la lana mineral impide que el frío del invierno penetre en el hogar, al tiempo que mantiene una temperatura fresca cuando hace calor en el exterior, especialmente en verano. Además de su eficacia térmica, también sirve de barrera acústica. Por otro lado, con este tipo de aislante, el hogar queda protegido contra cualquier tipo de incendio, puesto que la lana mineral no es combustible.

Ventajas de la Lana Mineral
La primera ventaja de la lana mineral reside en sus rendimientos térmicos. Con su conductividad térmica estimada en 0,04, este material ofrece un mejor rendimiento térmico en comparación con otros aislantes. A la vez ecológico y reciclable, responde perfectamente a la tendencia actual sobre protección del medio ambiente.
La lana mineral es un material sólido y dispone de una duración de vida estimada en 20 años por sus fabricantes. Con el fin de que sea un material utilizable por cualquier usuario, su precio en el mercado suele ser bastante accesible.